lunes, 17 de agosto de 2015

ZANCADILLAS AL CRECIMIENTO

"Durante los próximos años, la carrera del crecimiento será cuesta arriba. Ante el desafío, algunos parecen dispuestos a transformar al país en "liebre"...",

Sergio Urzua En atletismo, las "liebres" son deportistas con un único y desdichado fin: empujar el grupo con un rápido ritmo en las primeras etapas de la carrera, para luego abandonarla, quedando en competencia solo quienes realmente van por el podio. En la carrera del crecimiento económico, ¿es Chile hoy una "liebre"?

La pregunta es válida. El país ya no corre, camina, y lento. Su desempeño fue pobrísimo el 2014 (1,9%) y lo será también el 2015 (en torno al 2%). Para el 2016 las expectativas tampoco son buenas (bajo el 3%) y la guinda de la torta la puso el comité de expertos del PIB tendencial. Su proyección al 2020: un preocupante 3,7%.

Ante el nublado panorama, muchos relativizan las cifras. Argumentan, por ejemplo, que el país sigue creciendo por sobre el promedio de la región. Claro, no reparan en la influencia de Argentina, Brasil y Venezuela, ejemplos del desastre que puede significar el intervencionismo estatal, obviando que Colombia y Perú tendrán tasas de crecimiento muy superiores a la de Chile. De hecho, hace una década que Perú nos viene dando paliza en la carrera del crecimiento -6,2% vs. 4,1%-, lo que no sorprende si se considera que desde 1998 Chile ha crecido solo una vez sobre el 6% (2004).

Pero los conformistas por conveniencia no se preocupan. En último término, saben que crecer importa. No es el caso, sin embargo, de quienes desacreditan el crecimiento como objetivo y la iniciativa privada como guía. ¿Quizás creerán que los sacrificios del entrenamiento se acabaron tan pronto Chile se transformó en el país más rico de la región? Basta ver el estado del otrora monarca, Argentina, para evidenciar el craso error. ¿O apostarán a que los "ángeles" del Estado podrán mantener el crecimiento y, al mismo tiempo, distribuir la riqueza? Wishful thinking . La historia está plagada de nefastos ejemplos y uno prominente es la RDA que tanto parece añorar la Presidenta.

Lo cierto es que existen pocas razones para comprender el envalentonamiento. Sí, Chile cuenta con un notable registro histórico relativo a la región, pero en el país de los ciegos el tuerto es rey. A nivel mundial, su desempeño económico no es tan extraordinario como se cree. Un solo ejemplo: en 1974 el ingreso per cápita del país era superior al de Corea del Sur. Un cuarto de siglo después, en el 2000, Chile tenía un ingreso (pc) similar al del país asiático, ¡pero el de 1987! Es decir, en 26 años de carrera por el crecimiento, Corea nos sacó 13 años de ventaja. Y, a la fecha, la distancia sigue aumentando.

Durante los próximos años, la carrera del crecimiento será cuesta arriba. Ante el desafío, algunos parecen dispuestos a transformar al país en "liebre". Pero se equivocan. El chileno demanda reformas, pero que impulsen el crecimiento. Se rebela ante la retroexcavadora, pues se niega a abandonar la carrera. Intuye acertadamente que, luego de décadas de duro entrenamiento, puede ir por la medalla. Por favor, no le hagan más zancadillas.

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