jueves, 27 de octubre de 2016

NO HAY NADA TAN ESTABLE COMO EL CAMBIO.

""¿Cómo ser abierto al cambio sin cambiar todos los días? Porque nos volveríamos locos sin una casa o una cama que sea la misma lo más seguido posible, por poner un ejemplo tonto pero real...".

Paula Serrano

La cita anterior es de un gran poeta y autor que recibió recién el Premio Nobel de literatura.El sabía, y trató tal vez que le creyéramos, que no es posible resistirse al cambio. Y que tal vez una alternativa es valorarlo.

No es justo ese consuelo vacío que nos dicen a veces de que todo cambio es bueno y de que hay que estar abierto y no sentir la pérdida, sino disfrutar lo nuevo. Y no es justo porque no es contradictorio.Podemos vivir la pérdida y a la vez abrirnos al cambio, tímidamente, audazmente, como podamos.

La vida actual se define, como nunca antes en la historia, como un tiempo donde el cambio es la norma. Es más, para una empresa es mejor valorado un aspirante a ejecutivo o un profesional postulante que tenga una buena tolerancia al cambio. Porque, como dice Dylan, si el cambio es estable, entonces debemos contar con él como una variable permanente. Quien tenga dificultad para tolerar el cambio no es bueno para una empresa.

Pero está también el valor de la estabilidad y de la estructura. Una persona casada varias veces, por ejemplo, puede ser sospechosa de inestabilidad emocional.

Se enfrenta entonces un problema que no es fácil de resolver. Porque Dylan tiene razón, no hay nada más estable que el cambio. Está en la naturaleza y, por lo tanto, fue parte del mundo desde siempre. Las estaciones cambian cada año y no solo eso, cada año cada estación es distinta de su equivalente del año anterior. Y la vida siempre se asemeja a la naturaleza. Siempre.

¿Cómo ser abierto al cambio sin cambiar todos los días? Porque nos volveríamos locos sin una casa o una cama que sea la misma lo más seguido posible, por poner un ejemplo tonto pero real. ¿Cómo querer y reconocer a un amigo si cambia todo el tiempo? Es probablemente uno de los dilemas más profundos de la vida actual. Actuamos como si la estabilidad existiera y sabemos que no existe, que lo único permanente es el cambio. Duro problema.

Lo que ayuda al hombre es el miedo. También es un sentimiento pasado de moda y que a nadie le gusta. Pero tal vez si entendemos el miedo como una protección al cambio, podemos tolerarlo mejor. ¿Cómo aceptar que cambio y estabilidad van juntos? De eso se trata. Negar el cambio es una mala protección.

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