martes, 1 de septiembre de 2015

LOS JOVENES NO VOTARAN EN PAPEL.

Los jóvenes no votarán en papel

"Los jóvenes no se acercarán a votar, habrá que diseñar un sistema electoral por lo menos mixto. El que quiera, vota en papel; pero otros podrán votar a distancia..."

Nicolás Luco

Le pregunté a Eugene Kaspersky, CEO de la importante empresa de seguridad que lleva su nombre, si tenía alguna solución para implantar el voto electrónico.

Me contestó que o se solucionaba el problema o dentro de 40 años la democracia moriría. Los jóvenes no se trasladarán a los lugares de votación, entrenados como ya están, para hacer todo por sus teléfonos.

El ruso explicó que se necesitarán dos sistemas que no conversen entre sí.

Por un lado, un sistema debe certificar la identidad de los votantes y asegurarse de que cada votante emita solo un sufragio.

La identificación tiene que ser biométrica: esto es, con el iris del ojo, o el sistema de lectura de las venas de la palma de la mano (que presentó el martes Fujitsu), o, por último, la huella digital. Cada elector deberá inscribir su identidad biométrica en el registro electoral y disponer en su teléfono o en su computador de un lector de esa identidad.

Una vez que el primer computador o servidor acepte al votante, debe emitir una autorización electrónica. Con ella, el lector votará en forma anónima en un segundo computador.

¿No podrá alguien meter su dedito y aumentar los sufragios en pro de su candidato o candidata? El ruso no descarta las brechas en los sistemas de seguridad, pero sí propone barreras y controles. Que deben estar apoyados por sistemas humanos.

El mejor de todos los controles, claro, es la honestidad.

A mí, a comienzos del siglo, me tocó entrevistar a dos sucesivos encargados de los equipos sofisticados que llevan los cómputos en el Ministerio del Interior. Lo mejor de todo, fuera de la poderosa tecnología, fue el sentimiento con que salí: que me había encontrado con personas probas.

Porque quien controla los computadores que cuentan los votos electrónicos, sin respaldo en papel, podría intentar controlar la elección.

Actualmente yo estoy organizando una consulta gremial a nivel de país. Usaré un sitio de votación en internet (ferendum.com), que permite el anonimato y chequea que nadie vote dos veces. No sé si me funcionará, seguramente es muy vulnerable. Pero los socios son honestos, es la gracia.

No ha sido así en nuestra historia electoral nacional. Cuando yo era universitario, años 60, conocí a un militante político que insertaba una mina de lápiz en la uña de un dedo para anular los votos adversarios. Era un mago; tan diestro, que su partido lo instalaba en la mesa de conteo de votos todos los años. Lo peor es que era un estudiante eterno en la Facultad de Derecho.

Pero Kaspersky tiene razón: habrá que resolver esto. Los jóvenes no se acercarán a votar, habrá que diseñar un sistema electoral por lo menos mixto. El que quiera, vota en papel; pero otros podrán votar a distancia.

Kaspersky sabe: figuró en 2012 en el listado de la revista "Foreign Policy" como uno de los pensadores más influyentes por su contribución a la toma de conciencia sobre la seguridad en tecnologías de información.

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