lunes, 28 de septiembre de 2015

LA CORTE DE LA HAIGA

La corte de la Haiga
"Lo que trato de plantear es que no está bien que nos echemos tierra a los ojos para no ver que Bolivia sí ganó mucho esta semana en La Haya..."

Joe Black

Ustedes van a decir que soy un tipo oscuro, amargado y vinagre, pero yo me siento absolutamente pesimista con respecto a la demanda boliviana contra Chile en La Haya.

A mí no me hizo ni cosquillas la declaración solemne de la Presidenta Bachelet tras el fallo del jueves en que dijo "Bolivia no ha ganado nada".

Sé que muchos especialistas muy preparados y estudiosos se quebraron la cabeza bastante rato para dar con la famosa frase. Y se quedaron tranquilísimos apostando a que toda la opinión pública se echaría para atrás, relajada, y diría: "Ah, qué bueno, menos mal, Bolivia no ha ganado nada, ¡juíu!, y nosotros que supusimos lo peor".

Me acuerdo de ese típico mito ochentero sobre personas como Luis Miguel. La gente decía: "¿Tú crees que Luis Miguel es realmente feliz? ¿Con todas las miradas puestas sobre él, con la competencia descarnada del show business , con los incesantes viajes?". Y yo respondía: "Con ese talento, la buena pinta, el éxito, los sueños hechos realidad... ¡Obviamente que es feliz!".

Esto es lo mismo. Cuando me dicen: "¿Pero tú crees que Bolivia realmente ganó algo en La Haya, si la Corte no le dio la razón en todo su planteamiento?". Y yo respondo: "A nosotros nos dijeron que Bolivia había presentado un invento jurídico ante la Corte, una tinterillada absurda, una leguleyada exótica, una payasada de letrado bajo los efectos de alucinógenos. Se nos dijo que probablemente sería descartada por la Corte, porque la Corte es respetuosa del Derecho y es obvio que lo que estaba haciendo Bolivia era buscar un subterfugio astuto, pero francamente extravagante, para intentar modificar el Tratado de 1904, que estaba vigente y es intangible como cualquier Tratado. Pero la Corte, por 14 votos a 2, le dijo a Chile que Bolivia sí tenía un caso legítimo. Entonces, ¡obviamente que Bolivia ganó algo! Ganó la posibilidad de llevar a Chile a un juicio internacional para obligarlo a negociar sobre una salida soberana al mar".

No quiero que me malentiendan. Yo no estoy diciendo que Evo Morales tenga la razón. Lo que trato de plantear es que no está bien que nos echemos tierra a los ojos para no ver que Bolivia sí ganó mucho esta semana en La Haya. Obviamente, tampoco creo que la Corte tenga la razón. No puede tenerla, porque el más básico sentido común indica que el objetivo de Bolivia sí es modificar el Tratado de 1904. La Corte, por tanto, no tiene la potestad de permitir que algo así ocurra. Entre otras cosas, porque cuando la Corte nació el Tratado ya llevaba más de 40 años vigente. El resto es chamullo. Igual que el chamullo que se mandó esta misma corte (ahora comienzo a nombrarla con minúscula) en el juicio con Perú. También el sentido común indicaba que el límite marítimo o existía o no existía. Pero no podía ser que solo existía hasta una cierta parte y que después, en algún lugar de altamar, se esfumaba. Es igual que el dicho popular: una persona puede estar embarazada o no embarazada. Pero no puede estar solo un poco embarazada. La famosa corte de La Haya, ese cuerpo colegiado de juristas que alguna vez nos hicieron creer que era una suerte de Tribunal Cuasi Celestial, integrado por puros Seres Jurídicos Superiores, es bastante más de medio pelo; permítanme que les diga. "Es harto flaite la corte", como me lo hizo ver un taxista el viernes en la mañana. Por eso, por flaite, desde hoy, para mí se pasará a llamar "La corte de la Haiga".

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