viernes, 18 de septiembre de 2015

EL ERROR DE SUPONER APTITUDES

Lamentable cosa es que la ignorancia de las gentes, entre supina y crasa, piense que una habilidad predice otras. Las personas son como mosaicos de cualidades y defectos. Conociendo un par de ellos no se puede concluir nada sobre otros...

Es muy absurdo, querido Critilo -asevera un viandante que por casualidad le encuentra-, que la gente, en su ignorancia, no distinga entre distintas aptitudes sociales. Así por ejemplo, una personalidad cautivante, una labia fluida, puede ganar muchos adeptos en una asamblea. Pero esa habilidad social nada tiene que ver con el liderazgo, el don de mando, la capacidad de prever, la prudencia o la sagacidad administrativa.

Así es, en efecto, dice el sabio. Lamentable cosa es que la ignorancia de las gentes, entre supina y crasa, piense que una habilidad predice otras. Las personas son como mosaicos de cualidades y defectos. Conociendo un par de ellos no se puede concluir nada sobre otros. De allí que no deba haber quejas si por superficial mirada se dan por existentes aptitudes que nunca existieron

No hay comentarios:

Publicar un comentario