domingo, 1 de mayo de 2016

Crimen de los Luchsinger McKay: La madrugada del 4 de enero

"Espero que el resultado de las detenciones de esta semana culmine en la presentación de pruebas sólidas y consistentes, para sostener la acción penal y pasar los altos estándares que exige hoy la justicia .
La madrugada del 4 de enero de 2013 recibí una llamada que, sin duda, marcó mi gestión como ministro del Interior del Gobierno de Sebastián Piñera. Al otro lado de la línea, me informaban de un ataque incendiario en Vilcún, que se transformaría en tragedia poco después, cuando se confirmara el fallecimiento de Werner Luchsinger y Vivian McKay por acción del fuego. En medio de la vorágine de acontecimientos y de un teléfono que no paraba de sonar, lo primero que hice fue llamar al Presidente Piñera y señalarle que la magnitud de los acontecimientos no admitía otra decisión que viajar con premura a la zona: "Yo lo acompaño", fue su inmediata respuesta.

Y no era un viaje fácil. No solo habría que enfrentar el legítimo dolor e impotencia de la familia Luchsinger McKay. También un ambiente adverso, de una comunidad que no solo reclamaba indignada por lo ocurrido, sino que exigía a la autoridad respuestas frente a la sensación de indefensión por los largos años de situaciones de violencia que venían viviendo a raíz del conflicto en la zona.

El mismo día del atentado estuvimos en Temuco, en medio de los escombros y la desolación, con la firme determinación de dar la cara como gobierno y enfrentar los hechos. Y la respuesta del Gobierno fue una y clara: condenar con toda nuestra fuerza el crimen, señalar -sin duda alguna- que se trataba de un cruel acto terrorista, y poner a disposición todos los recursos necesarios para lograr la condena de quienes habían cometido tal crimen.

Así lo hicimos. Mi primera acción como ministro fue señalarles a las policías -Carabineros y la PDI- que esperaba una acción conjunta y coordinada entre ellas para investigar y esclarecer los hechos. Junto con ello, le solicité el director de Investigaciones reforzar a los equipos de inteligencia en la zona y al general director de Carabineros aumentar considerablemente la dotación policial. Tomamos la decisión de fortalecer también nuestro equipo jurídico en Temuco, el cual trabajó en estrecho contacto y coordinación con los abogados de la familia. Mis viajes a la zona se sucedieron durante 2013 y hasta el verano de 2014. Así como mis reuniones con los equipos investigadores de las policías -quienes prontamente tenían identificados a los presuntos autores, que coinciden por completo con las personas detenidas esta semana-, conversábamos permanentemente con el fiscal Ljubetic, luego con el fiscal Paredes y la familia.

En materia de seguridad y con el paso del tiempo, ¿qué lecciones podemos sacar de esta lamentable tragedia?

En primer lugar, que en dicha zona se realizan permanentemente actos de terrorismo y no se puede seguir negándolo. Ello significa que el Estado debe adoptar las medidas para combatir actos terroristas y no delitos comunes. Necesitamos conformar una fuerza policial especialmente capacitada para enfrentar estas acciones y dotada del equipamiento y tecnologías necesarios. Reforzar el trabajo de inteligencia pidiéndole a la llamada "comunidad de inteligencia", donde participan las FF.AA., que asuma este tema como prioritario. Cambiar la jurisdicción de los tribunales competentes de la zona y transferirla a un tribunal instalado en otra región. Desarrollar un programa especial de protección de testigos realmente eficaz. Renovar las formas de resguardo y control de Carabineros, por cuanto quienes planifican estos atentados, aprovechándose del conocimiento de los sectores, no suelen utilizar los caminos públicos, para ello creo necesario probar nuevas tecnologías, como drones u otros.

Finalmente, no hay que tener temor ni cortapisas ideológicas para presentar querellas por delito terrorista -como la acción judicial que acaba de interponer el intendente de La Araucanía, Andrés Jouannet, por "homicidio e incendio terrorista- y estar dispuestos a recurrir a los instrumentos constitucionales en caso de grave daño para la seguridad, si fuera necesario. Finalmente, el respaldo a la acción policial por parte de la autoridad política debe ser permanente y consistente.

Espero que el resultado de las detenciones de esta semana culmine en la presentación de pruebas sólidas y consistentes, para sostener la acción penal y pasar los altos estándares que exige hoy la justicia para lograr una condena, especialmente en la jurisdicción de Temuco y en estos temas.

Andrés Chadwick

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