jueves, 4 de diciembre de 2014

SER MEJORESERSONAS EN NAVIDAD


"Una parte importante del ser buena persona se origina en los sentimientos y comportamientos prosociales que se han aprendido en la infancia y la adolescencia. Estos han sido definidos como acciones que se realizan para beneficiar a otros". Enviar    Opine Comente imprimir  agrandar letra  achicar letra

Neva Milicic

 El espíritu navideño es especialmente propicio para generar sentimientos altruistas en los niños y el deseo de ser mejores personas. En esta época, ya aliviados de las exigencias escolares, los niños están más relajados, tienen más tiempo, están más abiertos a tener una actitud generosa y pueden descentrarse con mayor facilidad. No limitarse a pensar en lo que yo quisiera para Navidad, sino pensar a quiénes puedo regalar.
Una parte importante del ser buena persona se origina en los sentimientos y comportamientos prosociales que se han aprendido en la infancia y la adolescencia. Estos han sido definidos como acciones que se realizan para beneficiar a otros sin pensar en el propio beneficio, es decir, sin que exista la expectativa de recibir algo a cambio. Algunos ejemplos de conductas prosociales son: ayudar a alguien que lo necesita, consolar a quien está triste, estar atento a cooperar con otros, a escuchar.
Los días previos a Navidad son en este sentido una excelente oportunidad para desarrollar las conductas prosociales. Una forma de promoverlas es pensar en familia quién puede necesitarnos o a quién podríamos regalar, ampliando el concepto de regalo de objetos comprados a cosas fabricadas por ellos mismos y, por qué no, a la expresión de mensajes positivos. Pensar no solo dentro de nuestra familia, sino también en quienes puedan necesitar de nosotros en un entorno más amplio.
Responder a las preguntas, ¿qué le gustaría? o ¿qué necesitará? permite desarrollar la capacidad empática que, según la mayoría de los autores que trabajan en el área del desarrollo emocional, es la piedra angular de la inteligencia emocional. Pero no solo eso. Al implementar las ideas que se les han ocurrido, los niños se convierten en personas activamente altruistas, lo que es clave para el desarrollo moral.

Jorge, un adolescente de 12 años, que como todo buen adolescente está siempre cansado y es bastante egocéntrico, la Navidad pasada se comprometió con dos compañeros a participar de una cruzada para recolectar fondos para una fiesta de una fundación de ancianos. La campaña tuvo un éxito relativo, pero la reflexión y el cambio de actitud de los adolescentes fue notable. En este caso, la afirmación "quien más se beneficia es quien da" fue realmente cierta. Este año, el grupo de amigos comenzó a juntarse en octubre para lograr juntar más fondos y para comprometer a otros amigos y sus familiares en el proyecto. Ser una buena persona no consiste solo en no hacer cosas negativas, sino en ser capaz de hacer cosas beneficiosas para los otros. Las acciones positivas realizadas se archivan en la memoria emocional y constituyen un factor muy importante en la formación de un autoconcepto ético positivo.

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