lunes, 12 de enero de 2015

Atentado en París

Con un profundo dolor desperté ayer (miércoles 07) al conocer el criminal atentado perpetrado en contra de la revista Charlie Hebdo en París, que significó la muerte de 12 personas que defendían la vida y la libertad de poder expresar sus opiniones.

Entre ellas se encuentran cuatro famosos caricaturistas, quienes de manera simple, satírica, inteligente y apolítica, sabían hacernos reflexionar sobre la actualidad, atacando la injusticia y la discriminación a través de caricaturas sin límites. La inteligencia y el valor del contenido expresado bastaban para perdonar los corrosivos y hasta irreverentes dibujos.

Ayer, los valores de libertad de pensamiento y de expresión fueron criminalmente violados en mi país. No se trata de un asunto de color político, o de racismo. Es un atentado no solo contra la prensa francesa, o contra Francia, cuna de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Contrato Social. Se trata de una profunda violación a los valores universales y fundamentales para la desalienación de nuestra conciencia crítica y el progreso de la condición humana. Es un atentado contra toda la humanidad que cree en los fundamentos de la libertad de pensamiento y de expresión. Como expresaba Jean-Jacques Rousseau: "Renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad e incluso a los deberes".

En su último dibujo, el caricaturista Charb expresaba: "Todavía Francia sin atentados... ¡Esperen! Tenemos todo enero para enviar los deseos de año nuevo". Espero que antes de morir haya podido reflexionar sobre su lucha sarcástica que lo llevó hasta la más profunda verdad. Porque morir por la idea es la justificación.

Jean-François Bradfer


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