jueves, 22 de octubre de 2015

ESTA FORMA DE HACER POLITICA NO ME INSPIRA

Quiero felicitar a "El Mercurio" por la cantidad de artículos de gran interés que contenía la edición de este domingo 18 de octubre. En primer lugar, quiero destacar y felicitar el profundo análisis del profesor José Joaquín Brunner sobre la gratuidad, quien se pregunta: "¿dónde están los problemas y desafíos mayores? Responde: "Primero, hay un problema de eficiencia externa o pertinencia", y agrega que "existen brechas entre las destrezas y competencias requeridas por la economía y la sociedad y aquellas que obtienen los egresados de la enseñanza superior". El profesor Brunner señala que el Estado "no posee una estrategia para el desarrollo sustentable de nuestra educación superior al mediano plazo". Y advierte que "tanto el subsistema universitario como el de formación técnica necesitan ponerse al día de cara al futuro".

¿Cómo puede uno entender que el Gobierno y el Parlamento estén considerando una reforma educacional sin haber resuelto estos elementales problemas?

Más adelante, Brunner detalla que "la política de la administración Bachelet parece completamente descentrada, inconducente, irrelevante incluso. En efecto, agita la bandera de una 'gratuidad universal' que es inviable, equivocada y un espejismo de alto riesgo". Y continúa: "Seamos claros: en este momento no discutimos ningún problema relevante para el futuro de nuestra educación superior". Su conclusión es que toda la discusión es "básicamente un ejercicio contable".

Pero no solo opinó este domingo el profesor Brunner. También lo hizo el ex ministro de Educación José Pablo Arellano, quien afirma que "las reformas importantes deben ser duraderas y requieren de acuerdos más allá de una mayoría electoral que puede ser pasajera". Argumenta que "el panorama hoy es muy distinto a cuando se instalaron con mucha fuerza los reclamos de los estudiantes y sus familias por el financiamiento de la educación superior. La mayor parte de esas demandas se han ido atendiendo con el aumento de las becas y mejores condiciones para los créditos...".

Arellano afirma que "lo que distingue a la educación superior es que se accede en base a mérito; no es una buena señal que se eliminen los requisitos académicos como el puntaje en la PSU y/o notas". También destaca que "la cantidad y el ánimo refundacional de las reformas propuestas conspiran contra el éxito, crean incertidumbre y afectan la confianza. En parte eso explica que estemos creciendo menos de lo que podríamos". Finalmente, plantea que "hay un fuerte deterioro en la formulación y tratamiento legislativo de las políticas públicas... Ejemplos son la reforma tributaria o la Ley de Inclusión en educación, que recibieron numerosas indicaciones del propio Ejecutivo en el Congreso y aun así tendrán que ser corregidas con nuevos proyectos".

En esa edición también se publica una entrevista a José Luis Cea, ex presidente del Tribunal Constitucional, quien comenta sobre la bullada reforma a la Constitución. Como demasiadas "quimeras" califica el anuncio de la Presidenta Bachelet. Y respecto de entregar Educación Cívica en cinco meses, dice que "resulta inverosímil pensar que se pueda llegar a adquirir un mínimo de cultura cívica y constitucional en un lapso tan breve".

Como ciudadano y empresario tengo el mayor interés en nuestro país y el progreso de todos sus habitantes. Quiero que nuestro país prospere y que las condiciones de vida de todos los chilenos mejoren a través del tiempo.

He tenido por largo tiempo gran inquietud por la educación, participé por un tiempo en el directorio de Educación 2020 y sigo luchando por una educación de mayor calidad, motivación original de este movimiento. Lamentablemente, nada de eso está ocurriendo y coincido plenamente con las opiniones del profesor Brunner y del ex ministro Arellano. También comparto la visión del académico José Luis Cea.

Quiero tener más confianza en mi país y volcar todas mis energías a construir un mejor Chile, pero la forma en que se está haciendo política, tanto del Ejecutivo como en el Congreso, no me inspiran. Las políticas públicas que se están aplicando no tienen ni se sustentan en un análisis científico, no proveen ninguna evidencia cierta de cuáles serán los resultados de su aplicación, ni tampoco tienen ningún compromiso cuantitativo con los efectos de esas políticas.

¿Es con esas políticas públicas que queremos llevar a Chile al desarrollo? Parece que por este camino vamos a postular para salir de la OCDE en vez de seguir progresando en ese grupo.

Juan Andrés Camus

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