viernes, 18 de agosto de 2017

Carta a Kiko Castillo.

CARTA A KIKO CASTILLO
En este último retorno a tu pueblo ya no son tus pies los que te llevan, es tu espíritu, que llega para juntarse en un solo abrazo con tu pueblo, aquel crisol de sentimientos y emociones que es nuestro entrañable Guadalupe; aquella tierra a la que empezaste a amar de la mano de tus padres y bajo el manto de la bienaventurada María, de los amigos de tu barrio Simón Bolivar, de tus primeros maestros de escuela hasta pasar por la gloriosa GUE Nuestra Señora de Guadalupe.
Hoy las voces inflamadas de guadalupanismo corean tu nombre, y más tarde unidos en una y mil evocaciones dirán en un adiós postrero, KIKO CASTILLO, PRESENTE!!!, como no podía ser de otra forma, porque del alma del pueblo salen los más nobles sentimientos para sus mejores hijos; no será un adiós es solo un hasta luego, porque tu espíritu seguirá germinando la buena semilla que sembraste y estará allí para siempre querido hermano guadalupano.
Guadalupe está impregnado de la huella de tus pasos, de tus sueños e ilusiones que abrazaste y contagiaste con la esperanzadora palabra del progreso y desarrollo con una visión emprendedora y propia de aquellos visionarios que ven lo que otros no vieron. Por eso y muchas cosas más tu nombre será evocado siempre y cada vez que Guadalupe de pasos hacia adelante.
En esta hora triste e inesperada que nadie quiso, pareciera que Dios Padre te llamó a su lado algo temprano, 42 años nos parece una partida muy joven, sin embargo la vitalidad de tu entusiasmo, el carisma de tu sonrisa y ese gesto siempre amable, tus capacidades profesionales, la fuerza de tus ideas y el compromiso con los ideales de tu pueblo, en una carrera corta pero vertiginosa; nos hacen parecer que estuviste más tiempo entre nosotros.
Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya y lo bendijo, y Dios le dijo Fructificad y multiplicaos. Cual buen hijo eso hiciste en tu vida, porque fructificad significa dar buenos frutos y en tu caso ese es y será por siempre tu mejor legado.
Sabes KIKO, los guadalupanos estamos de duelo, pero no cabe duda que cuando recorras las calles y las instituciones que habrán de rendirte homenaje, también estarán vivos los espíritus de quienes desde siempre dedicaron su vida por nuestro pueblo enriqueciendo su historia, cual blasón que nos enorgullece, como los vivos colores de nuestra bandera perennizando ese vital sentimiento de amor por Guadalupe. En esa historia también se escribe tu nombre.
Finalmente y con las condolencias de toda mi familia hacia tus amados hijos, a tus hermanos Jhonny y Janeth y demás familiares a quienes nos unimos en su pesar, te decimos amigo KIKO, ellos serán consolados y fortalecidos en los innumerables hombros y abrazos de nuestros hermanos de Guadalupe y del Valle del Jequetepeque. Yo desde mi modesta posición de amigo, te agradezco con el corazón, que hayas venido a mi casa para despedirte con una última palmada que ahora al saber de tu partida siento aun más la dimensión de la nobleza de tu alma. Que El Supremo y Eterno Dios, te conceda la dicha de compartir sus prados celestiales. Hasta Luego y hasta siempre KIKO CASTILLO FLORIAN!

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