martes, 2 de junio de 2015

El zapato volador que no veremos"



¿Se imaginan qué pasaría si la Presidenta Bachelet y Sergio Jadue aparecen juntos en el Estadio Nacional para inaugurar la Copa América?.."
Estamos a dos dias de junio y con junio llega la Copa América, que se inaugura el jueves 11 a las 20:30 horas.
Creo que todos estábamos esperando con ansias que llegara luego esa fecha. Los que disfrutamos con el fútbol queríamos ver a varios de los mejores jugadores del mundo haciendo maravillas sobre pastos chilenos. Pero también hay otros, como los políticos, que han tenido un pésimo semestre y que necesitan que la atención de las multitudes se concentre en otros asuntos distintos al lamentable espectáculo que han dado durante los últimos meses.
Incluso más. Los gobernantes de las naciones se pelean por ser anfitriones de un gran evento deportivo internacional: la agenda se llena de noticias positivas y populares al tiempo que la población se olvida, al menos por algunas semanas, de sus problemas cotidianos. El país se une en torno a su selección y la gente suele tener un buen comportamiento, porque a todos nos importa dejar una buena impresión ante los miles de turistas que llegan a participar de la fiesta deportiva. Es el mismo fenómeno que ocurre con las familias que siempre quieren tener la casa llena de visitas para maquillar lo que algunos llaman "la tragedia doméstica de la vida cotidiana".
Los gobiernos que organizan campeonatos mundiales o juegos olímpicos usualmente mejoran su popularidad en las encuestas. Por eso, presidentes, ministros, parlamentarios y alcaldes siempre intentarán tener el máximo protagonismo en todos los eventos relacionados con el torneo en cuestión.
Pero la mala noticia para nuestras autoridades de turno es que la Copa América 2015 no parece ser el mejor momento para intentar la otrora recomendable simbiosis entre fútbol y política.
¿O se imaginan qué pasaría si la Presidenta Bachelet y Sergio Jadue, presidente de la ANFP, se suben juntos a un escenario instalado en el centro del Estadio Nacional para dar por inaugurada la Copa América? Y ojo que ni siquiera estoy contemplando que se asome Joseph Blatter, recién re-re-re-re-reelegido presidente de la FIFA. Yo supongo que la pifiadera se escucharía hasta Zurich, donde está la sede de la Federación Internacional de Fútbol.v Así las cosas, yo me atrevería a descartar desde ya los siguientes acontecimientos:
-"Puntapié inicial" de la gobernante , con zapato volador incluido, en ninguno de los 26 partidos que contempla el torneo.
- Presencia de Sebastián Dávalos Bachelet en la tribuna presidencial para cualquiera de los encuentros, salvo que se quiera poner a prueba la Ley de Violencia en los Estadios. Las entradas que ocuparía él se las podrían ceder al señor que compró los terrenos a Caval.
-Arribo a Chile de varios de los más altos dirigentes del fútbol mundial y de encumbradísimos ejecutivos de las empresas que se ganaron los derechos de la Copa América. Algunos están presos en Suiza; un par, internados en clínicas, y el resto fugados o fondeados. Sus asientos podrían sortearlos entre los estudiantes universitarios vulnerables que no serán favorecidos por la gratuidad el próximo año.
Si hacemos esto, quizás podamos disfrutar tranquilos de una Copa América que nos deleite con fútbol... y solo fútbol. Para que nos dé un poco de alegría a nuestro corazón; es lo único que le pedimos, al menos hoy.

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