miércoles, 26 de noviembre de 2014

EL TREN DE LA VIDA


Un amigo me habló de un libro que comparaba la vida con un viaje en tren.
Un viaje muy interesante al ser bien interpretado.
Exactamente así, la vida no pasa de ser eso, un viaje en tren lleno de embarques y desembarques, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos momentos y en otras grandes tristezas.
Al nacer entramos a ese tren y nos entregamos en las manos de algunas personas que pensamos, estarán siempre en ese viaje con nosotros: nuestros padres, desgraciadamente eso no es verdad; en alguna estación ellos bajan y nos privan de su cariño, amistad y compañía irremplazables... además que personas interesantes y que pueden llegar a ser muy especiales para nosotros, abordaran el tren en algún momento.
También llegaran nuestros hermanos, amigos y maravillosos amores. Muchas personas toman ese tren, solo para pasear, otras encuentran en el viaje solamente tristezas, y otros circularan por él, listos para ayudar a quien los necesite.
Muchos al bajar dejan recuerdos eternos, algunos otros pasan por allí de tal manera que cuando desocupan sus asientos, nadie percibe sus ausencias.
Es muy común que muchos pasajeros, que nos son muy queridos se ubiquen en vagones diferentes al nuestro, por lo tanto nos vemos obligados a hacer el trayecto separados de ellos, eso no nos impide que durante el viaje atravesemos muchas veces con grandes dificultades nuestro vagón para llegar hasta el que es ocupado por nuestros seres especiales, solo que difícilmente nos podremos sentar a su lado, muchas veces puede haber alguien ocupando ese lugar.
Nada importa, el viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, despedidas.
Eso sí, jamás tiene retorno, siempre va hacia delante.
Hagamos el viaje de la mejor manera posible, tratando de relacionarnos bien con todos los pasajeros, sin hipocresías, buscando en cada uno de ellos lo mejor que tengan para ofrecer.
Recordando, siempre, que en cualquier momento del camino ellos podrán flaquear, es necesario entender esto pues, probablemente, nosotros a lo largo del camino, flaquearemos muchas veces, y seguramente habrá alguien que nos entienda como nosotros hemos entendido a nuestro prójimo.
El gran misterio, al final, es que jamás sabremos en cual parada nos bajaremos, y mucho menos nuestros compañeros y ni siquiera el que esta sentado más próximo a nosotros, justo en el asiento de al lado.
Me quedo pensando si al bajarme de ese tren sentiré nostalgia... creo que si la sentiré, al separarme de los amigos hechos durante el trayecto, será al menos doloroso.
El dejar a mis hijos continuar solos el viaje, será extremadamente triste, pero me agarraré a la esperanza de llegar, en algún momento a la estación principal, y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían en el momento de embarcar, y lo que más feliz me dejará será pensar, que yo colabore en el crecimiento de ese equipaje y en hacerlo más valioso.

La Felicidad

La felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor... sino de lo que pasa dentro de nosotros.
La felicidad se mide por el espíritu con el cual nos enfrentamos a los problemas de la vida.
La felicidad... ¡es un asunto de valentía!; es tan fácil sentirse deprimido y desesperado...
La felicidad... ¡es un estado de ánimo!; no somos felices en tanto no decidamos serlo.
La felicidad... ¡no consiste en hacer siempre lo que queramos!; pero sí en querer todo lo que hagamos.
La felicidad nace de poner nuestro corazón en el trabajo... y de hacerlo con alegría y entusiasmo.
La felicidad, no tiene recetas... cada quien la cocina con el sazón de su propia meditación.
La felicidad... ¡no es una posada en el camino... sino una forma de caminar por la vida!

martes, 25 de noviembre de 2014

Sí a la Teletón


E. Sommella, R. Poblete, P. Jaramillo y R. Garay: "Hay mucho por hacer en el área de la rehabilitación, pero no lo vamos a lograr descalificando a quienes están haciendo una labor tan importante por nuestros niños con discapacitacion.

  

Internet y erotización



"Tener una comunicación clara y directa de manera de dialogar sin evadir los temas y poniendo límites, es fundamental. El autocuidado en la red es indispensable para esta generación..."


  

Disponibilidad: la gran ausente


"Las abuelas se quejan de que los jóvenes de hoy no tienen sentido de la historia, de la familia en el tiempo. El pasado parece ser tema de los libros de historia. Existe el presente y los planes futuros. No preguntan, piden..."

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La función social del lucro


"Cuando en un mercado libre una empresa, sea del rubro que fuese, gana dinero, quiere decir que está cumpliendo con su rol de satisfacer deseos y necesidades de la comunidad..."