miércoles, 18 de noviembre de 2015

MITOS Y FALSEDADES SOBRE LA ARAUCANIA,

Su tesis de trabajo en torno a la historia araucana se sustenta en una investigación difícil de desmentir toda vez que está realizada con metodología científica que no permite interpretaciones antojadizas de las fuentes...

Una reciente publicación del historiador Sergio Villalobos, Premio Nacional 1992, en torno a la historia del pueblo araucano, vuelve sobre un tópico en el que ha sido insistente: la tergiversación del pasado de dicho pueblo que ha venido realizando el movimiento indigenista que busca reivindicar una supuesta deuda histórica de la nación chilena con el mundo mapuche.

Hay en este trabajo del investigador un planteamiento teórico y metodológico que busca situar los hechos largamente estudiados por él en una nueva perspectiva, aquella que entrega el concepto -de aplicación universal- de "historia fronteriza", en donde el choque de dos culturas diferentes durante largo tiempo origina un proceso de transculturación que afecta a ambas partes, produciéndose una asimilación de mutuo beneficio, que va desde lo más doméstico a lo más significativo. Unas relaciones fronterizas que muestran que, para el caso del choque entre españoles y araucanos, la guerra fue solo uno de los muchos tipos de intercambio que existieron, no siendo tampoco más relevante que el comercio, el mestizaje, el idioma, la industria y los múltiples usos y costumbres que se fueron entrelazando durante siglos.

Particular hincapié hace Villalobos en denunciar la mitología que se ha tejido en torno a la Guerra de Arauco -a partir del poema épico de Ercilla, principalmente-, como un evento que habría ayudado a formar el concepto de una supuesta "raza guerrera", algo que otorgaría cierta excepcionalidad antropológica al pueblo araucano o mapuche. Un mito que incluso se ha extendido, erróneamente según el historiador, hacia el discurso nacional chileno en todos sus niveles.

El historiador denuncia, por otra parte, el uso abusivo que se hace hoy de vocablos como "Estado" para hablar de la organización social de los araucanos al momento de la llegada de los españoles, y de las palabras "libertad" e "independencia", con que eran tratados y definidos, luego de la conquista, por diversos textos jurídicos de la corona española y actos del gobierno local. Se los interpreta hoy, por diversas corrientes indigenistas, de manera ideológica con una intencionalidad que nunca tuvieron, pues se trata de conceptos cuyo significado actual es muy distinto al de hace tres o cuatro siglos.

El esfuerzo desmitificador constante de este historiador en un tema tan sensible, a veces realizado con vehemencia, ímpetu y arrebato, le ha acarreado impopularidad en algunos sectores y lo sitúa a contrapelo de corrientes de opinión dominantes que ha logrado capturar el discurso indigenista. Pero su tesis de trabajo en torno a la historia araucana se sustenta en una investigación difícil de desmentir toda vez que está realizada con metodología científica que no permite interpretaciones antojadizas de las fuentes.

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